Una curiosidad sobre Estrella Galicia es que durante la Exposición Universal de Barcelona en 1929, la cervecería instaló una tubería subterránea que conectaba directamente su fábrica con el pabellón de exposiciones. Esto permitía servir cerveza recién elaborada directamente a los visitantes, convirtiéndose en una atracción destacada del evento. Esta ingeniosa solución no solo garantizaba la frescura del producto sino que también demostraba la innovación y el compromiso de la empresa con la calidad.